Esclavo de tu voz y de una tempestad.
Hermano del sol y del halcón.
Derretí un glaciar y nada conquisté,
persiguiéndote como un huracán.
Desterré el dolor y nada conseguí,
y ahora sigo aquí encadenado a ti.
Como un cazador apunto al corazón,
persiguiéndote como un huracán.
Te siento.
Te busco.
Te envuelvo.
Como un huracán.
Te sigo.
Te pierdo.
Esclavo y libre.
Fue en otro lugar, mucho tiempo atrás,
cuando la pasión empezó a caminar.
Una voz se alzó y empezó a girar,
persiguiéndote como un huracán.