Cerca del paso no existe el lugar,
donde sus pistolas puedan descansar.
Revientan sus monturas,
no tienen piedad,
son siete hermanos y van a matar.
A sangre y fuego se abren camino,
burlándose de su destino.
Salones y tabernas eran su reino,
el cactus y el desierto su infierno.
Maldecían no prole y sexo,
pan, peyote era un duro hueso.
A sangre y fuego se abren camino,
burlándose de su destino.
Es la ley de la horca,
colgando están de la horca,
encontrarán su final.
Colgando están de la horca,
colgando están.
Hermanos de mujer eran posesos
el abrazo del oso era su beso.
Nadie cabalgó nunca a su lado
buitres y coyotes sus mejores aliados.
A sangre y fuego se abren camino,
burlándose de su destino.
La horca, colgando están de la horca,
encontrarán su final,
colgando están de la horca.
Es la ley de la horca.